Jornada de conclusión del proyecto “Biodiversidad Agraria”, el 26 de septiembre de 2012 en Mérida.

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UPA defiende el papel “vital” de agricultores y ganaderos en el cuidado de la biodiversidad

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos defendió ayer en Mérida el papel de los agricultores y ganaderos como garantes de la biodiversidad en el medio natural español y europeo. En la jornada de cierre de su proyecto “Biodiversidad Agraria”, UPA reclamó que la Política Agraria Común tenga en cuenta esta realidad y “valore debidamente el hecho de que los productores de alimentos también cuiden del medio ambiente”.

UPA - 27 de septiembre de 2012

UPA celebró ayer en Mérida la jornada de presentación de conclusiones del proyecto “Biodiversidad Agraria”, que se ha desarrollado en los últimos meses en Extremadura. El objetivo básico del programa ha sido la puesta en valor del “bien público” que ejercen los agricultores en la conservación de la biodiversidad, tanto en la conservación de la riqueza genética de determinadas variedades y razas ganaderas como en la diversidad biológica de los sistemas agrarios.

En el marco del proyecto, UPA ha impartido durante estos meses cursos de formación y concienciación a 300 propietarios de explotaciones agroganaderas para fomentar buenas prácticas en biodiversidad y promover la adopción de modelos y sistemas agrarios que contribuyan a mejorar la biodiversidad

“La agricultura y la ganadería extensivas, la práctica de la trashumancia, los diversos regímenes agroambientales… son prácticas que benefician al medio ambiente, y las Administraciones deben reconocerlo y valorarlo”, declaró Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE Extremadura, en la inauguración de la conferencia.

En la jornada celebrada ayer se presentó también un estudio –disponible en el portal web de UPA- sobre las relaciones entre agricultura, ganadería y biodiversidad, que arrojó datos “de especial interés”: Los productores encuestados, por ejemplo, no ven negativamente la condicionalidad de las ayudas al sector agrario al respeto a la biodiversidad, pero sí observan problemas, como la obligatoriedad de la retirada de cadáveres o los daños ocasionados por las especies silvestres en las explotaciones.

Este proyecto se enmarca dentro del programa empleaverde de la Fundación Biodiversidad y está financiado por el Fondo Social Europeo (FSE).