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Agricultura

UPA Andalucía señala cuáles son los elementos clave que tiene que incluir la reforma de la PAC

UPA Andalucía - 04/11/2020

La reforma de la Política Agraria Común se encuentra en un momento decisivo. Con el presupuesto ya aprobado, ahora se da paso a los llamados “trílogos” o negociaciones entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeos. UPA Andalucía lleva mucho tiempo defendiendo una PAC más justa y social que contribuya a vertebrar y mantener el tejido productivo y un medio rural vivo, a través de una serie de elementos fundamentales que debe contemplar la nueva reforma.

El marco de la Política Agraria Común (PAC) para el próximo periodo 2021-2027, avanza con la reciente luz verde por parte del Parlamento Europeo a las enmiendas presentadas a la reforma, que incluye tres reglamentos: el de los Planes Estratégicos nacionales, el de la organización común de mercados y la regulación sobre la financiación de las ayudas. A partir de ahora, se abren las negociaciones entre el Consejo, la Comisión Europea y el propio Parlamento.

Y en ese camino de toma de decisiones para la próxima PAC, para la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía resulta ineludible que esta incluya una serie de elementos clave y necesarios para que sea una política más social y más justa en nuestro territorio. Así, la estructura de la PAC debe contar, como hasta ahora, con los dos pilares: el primero de ellos orientado a la renta del agricultor y a las medidas de mercado, con un apoyo presupuestario igual al actual, ya que se origina en base a las características específicas de la agricultura andaluza y a la pérdida de renta que han sufrido los agricultores andaluces a causa de la volatilidad en los precios. El segundo pilar debe ser el más adaptado a las condiciones específicas de la agricultura de la región, prestando apoyo a la inversión e incentivos a la adopción de medidas ambientales voluntarias, así como a la mejora del empleo y del relevo generacional, manteniendo el presupuesto.

Desde la organización agraria también defienden que las ayudas directas vayan destinadas a quienes realizan actividad agraria y cumplen con los objetivos de la PAC, tanto a quienes viven únicamente de la agricultura como a aquellas explotaciones de titulares con pluriactividad que tienen en estos pagos directos un apoyo indispensable a su renta, lo cual permite el mantenimiento del tejido productivo y de un medio rural vivo.

Apuestan por una PAC adaptada a la diversificación de la agricultura andaluza que respete las particularidades territoriales de nuestra agricultura, con una heterogeneidad y características propias de los sectores mediterráneos. Algo que no es compatible con una homogeneización de las ayudas. Consideran desde UPA Andalucía que el sistema de pagos directos basado en derechos y regiones permite una mejor adaptación a las características agrarias y ambientales del territorio. Al permitir su mantenimiento se aporta estabilidad a los agricultores, evitando que se produzcan trasvases significativos de fondos entre regiones y tipos de cultivo.

Se pone de manifiesto la oportunidad que supone la reforma de la PAC para darle un nuevo enfoque a la distribución de las ayudas, aplicando medidas como la limitación de los pagos directos a través de techos en las ayudas, pagos decrecientes y pagos redistributivos para pequeñas y medianas explotaciones.

UPA respalda también que la ganadería, así como los sectores agrícolas más vulnerables y de importancia social, económica y medioambiental, sean objeto de pagos asociados que permitan el mantenimiento de la actividad.

Por último, la organización agraria señala que es necesario el establecimiento de un ambicioso marco jurídico sobre los temas de competencia y de cadena alimentaria en el ámbito de la UE, de manera que las reglas de juego sean claras y homogéneas dentro del mercado único, y que se facilite el comercio intracomunitario. La nueva PAC debe corregir los efectos de la desregulación de los mercados, fortaleciendo a las organizaciones de productores, mejorando la regulación contractual y aumentando la transparencia con el objetivo de equilibrar la cadena de valor. Todos los elementos de intervención y regulación de los mercados recogidos en la actual OCM deben ser mejorados, con regulación y financiación exclusivamente comunitaria. Además, se deben diseñar instrumentos que incentiven la integración de los productores en cooperativas u otras organizaciones empresariales similares, mejorando la organización y concentración del sector. Desde UPA Andalucía abogan por la continuidad de los Programas Operativos de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas, considerando positiva la posibilidad de aplicación a otros sectores.

 

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