El mercado del aceite de oliva sigue viviendo una situación muy delicada y convulsa. Analizando el mercado hasta el mes de mayo, UPA informa que el aceite producido en Andalucía ha alcanzado un acumulado de 1.459.000 t y en España de 1.783.305 t.

Con unas estimaciones de importaciones en este último mes es de unas 12.000 t, la organización ha querido poner el acento nuevamente en el buen dato de salidas de aceite, tanto de exportaciones como al mercado interior aparente, el cual ha alcanzado la cifra de 131.200 t y sigue marcando records. Por tercer mes consecutivo, afirman, “las salidas de aceite están por encima de 130.000 t, lo que sigue permitiendo reducir a un elevado ritmo el aceite almacenado”.

Con estos datos de entradas y salidas de aceite de oliva, las existencias totales a 30 de mayo se sitúan en las 1.244.900 t repartidas entre 928.000 t en almazaras, 261.700 t en envasadores y refinerías, y 55.200 t en el Patrimonio Comunal Olivarero.

Desde UPA valoramos como muy positivo el dato de las exportaciones. “Vendemos más, pero no mejor, y esta es una asignatura pendiente que tenemos que afrontar como país en el cual producimos el 50% del aceite de oliva de todo el mundo”, critican desde la organización.

A pesar del volumen de salidas record que se están registrando y unido a que en breve Italia comenzará a comprarnos aceite a nuestro país para abastecer sus mercados, desde UPA Andalucía consideramos que “a final de campaña quedará un enlace importante, y esto debemos comenzar a saber gestionarlo. No solo para evitar que este exceso de oferta sea repercutido siempre en los precios al eslabón más débil que son los agricultores, sino porque puede volverse una constante en tanto en cuanto las condiciones meteorológicas lo permitan, y debido también al incremento de la superficie cultivada de olivar la cual se ha visto aumentada en unas 100.000 hectáreas en los últimos cinco años”.

Para hacer frente a este panorama, UPA Andalucía considera que hay que afrontar una serie de retos de presente y futuro, y en el que la mediación de las administraciones públicas juega un papel indispensable.

Por un lado, de las cuatro medidas propuestas por el Ministerio para equilibrar el mercado, el sector ya se ha pronunciado y se ha decantado por una de ellas. La medida en cuestión, es de autorregulación mediante la retirada obligatoria de aceite de oliva del mercado mediante extensión de norma por parte de la Organización Interprofesional. Esta medida debe contar con el visto bueno de las autoridades comunitarias y requiere de tiempo, por lo que no verá la luz al menos hasta la próxima campaña.

Otras medidas que son necesarias de implementar según UPA Andalucía con el fin de estabilizar los mercados y evitar los vaivenes de los precios son:

• Que en la nueva PAC queden perfectamente actualizados los precios de desencadenamiento del almacenamiento privado, los cuales llevan más de 20 años sin revisarse y se encuentran muy desfasados respecto a los costes productivos actuales.
• Establecer un precio mínimo ligado a los costes de producción a través de la Interprofesional. Tal y como existe con el salario mínimo interprofesional y se protege a los trabajadores, UPA asegura que debería de existir un precio mínimo para proteger al sector primario de los abusos de la industria y la distribución, cuestión que hoy día se encarga de soslayar Competencia.
• Que la Ley de la Cadena funcione y cumpla con su cometido, que no es otro que evitar los desequilibrios entre los actores. Se debe combatir de manera decidida las prácticas desleales como la venta a pérdidas y el uso de productos reclamo (campañas agresivas) con controles de calidad por parte de la Dirección General de Consumo.
• Que la administración autonómica, a través de Extenda, apoye a la Interprofesional en la labor de promoción del sector del aceite de oliva para la externalización de empresas andaluzas en el extranjero y aumentar las exportaciones.

UPA Andalucía ha concluido incidiendo en que “debemos hacer uso de todas las herramientas disponibles, sectoriales, implicación de todas las administraciones e industria y distribución, ya que podemos y debemos regular un mercado del aceite de oliva que comandamos y en el que predomina la especulación”.