Málaga necesita una PAC más justa y social en la que realmente esté reflejado el modelo mayoritario de nuestra tierra, la agricultura y ganadería familiar y profesional. Una PAC que haga honor a sus siglas, que sea una política agraria en consecuencia con la importancia y relevancia que tiene el sector primario andaluz en España. El Plan Estratégico Nacional (documento que el Ministerio ya tiene prácticamente redactado para que Bruselas lo apruebe a comienzos de 2022) debe contemplar elementos diferenciadores para los agricultores y ganaderos andaluces, centrándose fundamentalmente en las explotaciones familiares y en aquellos que trabajan y viven principalmente de la actividad agraria. Además, entendemos que los jóvenes y las mujeres deben ser considerados actores clave para el desarrollo de las políticas de desarrollo rural.

A nuestro juicio, esto se conseguirá con los siguientes planteamientos: Aplicación de unos techos de ayudas que tengan el límite en los 60.000 euros y que desde esa cantidad hasta los 100.000 euros estén ligados a generación de empleo. El objetivo de esta medida es evitar los repartos injustos de las ayudas públicas y, al mismo tiempo, obtener fondos para otras medidas prioritarias. No es ético que el 1,25% de los perceptores de ayudas se estén repartiendo el 27% del presupuesto; o lo que es lo mismo, 3.000 perceptores se reparten anualmente 370 millones de euros, y 171.000 perceptores se reparten 274 millones de euros. En consonancia, desde UPA Málaga abogamos por la degresividad de las ayudas en función de la dimensión económica de la explotación agraria o ganadera. Es decir, no se puede cobrar la misma ayuda por las primeras hectáreas o cabezas de ganado que por la número 500.

También entendemos de justicia aplicar el pago redistributivo de forma decidida. Entendemos que el Gobierno tiene que aplicar un 20% del presupuesto del primer pilar a esta medida. Esta es la medida de carácter más progresista del presente marco de la PAC. Se trata (en resumen) de dirigir un porcentaje del total del presupuesto de las ayudas directas para emplearlo exclusivamente en las primeras hectáreas o en las primeras cabezas de ganado de las explotaciones. Pero, además, debe apostar por poner en valor del modelo de agricultura y ganadería familiar y profesional con la inclusión del agricultor pluriactivo dentro de la definición de agricultor genuino; incluir cultivos vulnerables, entre los que destaca el olivar de alta pendiente y baja producción, en las ayudas asociadas; Una adaptación de los ecoesquemas al número de regiones, porque los agricultores andaluces cumplimos ahora mismo más de una de las propuestas planteadas por el Ministerio como ecoesquemas. Entendemos que deben estar adaptados a la realidad del campo andaluz para hacer frente a los desafíos medioambientales y convertir la transición ecológica en una oportunidad para la actividad agraria. Por último, se debe estimular el relevo generacional a través de la apuesta por la incorporación de jóvenes agricultores y la visibilización real de las mujeres rurales con medidas efectivas y eficaces.

Índice

• MOVILIZACIÓN. UPA Málaga reparte 3.000 kilos de patatas para no “regalarlas” a la especulación.
• CASTAÑAS. El hongo y la avispilla causan importantes estragos en la producción de castañas.
• GANADERÍA. Los ganaderos reparten 500 litros de leche entre los vecinos de Málaga.
• LEY DE LA CADENA. La aprobación del texto legislativo supone un hito histórico para el sector.
• FADEMUR. Desayuno saludable y nuevas tecnologías para jóvenes y mujeres malagueñas.