Las tormentas de lluvia y granizo del mes de mayo han dejado un panorama preocupante y desolador en el campo extremeño. Las cosechas se han perdido por completo en muchas explotaciones.

La primera parte del temporal dejó importantes daños en el olivar en la zona de Cabeza del Buey, donde un importante pedrisco cubrió de blanco la tierra. También se registraron graves daños en Santa Amalia, Medellín, Yelbes, Hernán Cortés, Conquista del Guadiana y Guareña, donde las tormentas han afectado al tomate, pero también a diversos frutales y al maíz.

El granizo también provocó durante esos días importantes destrozos en la Campiña Sur, quedando afectadas más de mil hectáreas de cereal en Azuaga y Granja de Torrehermosa.

Desde UPA-UCE pedimos entonces la extensión de garantías para que, aquellos agricultores que históricamente contratan el seguro, pudieran cubrir los daños aunque aún no lo hubieran formalizado, ya que por esas fechas el plazo continuaba abierto.

 Pero justo cuando los agricultores de las Vegas del Guadiana empezaban a confiar en que podrían recuperarse tras las tormentas de principios de mes, llegaron nuevas trombas de agua y granizo y se llevaron gran parte e incluso todo lo que les quedaba.

 Muchos agricultores volvieron a sembrar cultivos tras el primer temporal, pero el siguiente episodio se lo llevó casi todo. “Planté por segunda vez 34 hectáreas de tomate hace poco más de un mes y no se ha salvado nada. Los daños son irreparables. Es una auténtica ruina”, explica José Mayoral, agricultor de Santa Amalia.

 Precisamente esta zona ha sido el epicentro de las últimas tormentas, por lo que UPA-UCE ha reclamado la declaración de zona catastrófica para los municipios más afectados. En esa ocasión, el agua y el pedrisco golpearon con fuerza a Cabeza del Buey, Azuaga, Granja de Torrehermosa, Yelbes, Hornachos, Valdetorres, Guareña, Villafranca, Torremejía y Arroyo de San Serván.

 El granizo fue tan generoso en fincas de Gargáligas y  Los Guadalperales que incluso llegó a tirar la fruta que había en los árboles. En Miajadas y Arroyo de San Serván quedaron anegadas cientos de hectáreas de terreno.

 Por ello, desde UPA-UCE reclamamos a Agroseguro que agilice las peritaciones para que los daños se atiendan cuanto antes, ya que hablamos de un problema de grandes dimensiones repartido por distintas zonas de Extremadura.

 “Esto es una ruina, estamos desesperados”, sostienen muchos agricultores que han visto cómo perdían su cosecha por completo en unas pocas horas.