Productores al límite. Da igual de qué sector hablemos o de qué zona se trate porque, en general, todos atraviesan una situación muy complicada.

El día 29 de enero nos movilizaremos junto a ASAJA y COAG en Don Benito, aprovechando la inauguración de Agroexpo, ante los bajos precios de los productos agrarios que están llevando a miles de explotaciones al abismo absoluto. Necesitamos “unidad de acción” para que se escuche nuestra voz y así remar todos en la misma dirección con un mismo objetivo.

Los precios ruinosos se han convertido ya en el problema estructural del campo. Son unos pocos quienes deciden el precio de nuestros productos que, tras apartar sus costes y beneficios, reparten el dinero hasta que llega su parte a los agricultores. No entendemos que sigamos siendo los últimos cuando lo justo sería que el productor fuera el primero en la cadena de valor.

Pero además de la problemática de los precios bajos en el campo, las organizaciones agrarias hemos convocado la protesta para pedir también una PAC más justa y dotada de un presupuesto suficiente que ofrezca buena cobertura a los agricultores y ganaderos, más si cabe en un momento en el que se tienen que negociar los presupuestos para los próximos años.

Tenemos muchos frentes abiertos y en todos reina la incertidumbre del no saber qué pasará con lo nuestro, con nuestras producciones y nuestro dinero.

En la mayoría de los cultivos estamos sin precio, sin contratos y sin ninguna garantía. Las Administraciones podrían hacer mucho más para acabar con esta lacra que nos tiene con el agua al cuello y creemos que ya es hora de que los agricultores y ganaderos ocupemos también sus agendas.

Está en juego el sustento de miles de familias que se dedican a esta actividad en toda España. A todos y todas nos enseñaron de pequeños que con los alimentos no se juega pero, sin embargo, parece que sí se puede jugar con nuestro dinero y nuestra actividad.

No se respeta lo que hacemos y parece que al mundo se le ha olvidado que los agricultores y ganaderos somos la mejor despensa del mundo. Somos los que producimos alimentos, además de manera segura y saludable, unos alimentos por los suelos para el que los produce y por las nubes para quien los compra ¿Hasta cuándo?