Etiquetas: UPA, ganadería, medio ambiente, sociedad, economía, lobo, fauna salvaje
UPA - 05/11/2020
Los ganaderos piden al Gobierno una política lógica e inteligente que no ignore los problemas que causa el lobo en el medio rural.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha mostrado su estupor y alarma tras las últimas informaciones sobre las pretensiones del Gobierno con la gestión del lobo ibérico. Al parecer, desde el Ministerio para la Transición Ecológica ultiman un plan para incluir al mayor depredador de la Península Ibérica como “especie silvestre en régimen de protección especial”.
Los ganaderos han manifestado no entender estas afirmaciones, pues su apreciación de este fenómeno es bien distinta. “El lobo no está en peligro de extinción, los mayores expertos en el tema, y lo constatan los ataques al ganado, que no hacen sino crecer año tras año”, han explicado desde UPA.
Desde esta organización quieren trasladar al Gobierno la desesperación de los ganaderos que desarrollan su labor en las zonas de expansión de este depredador. “Los lobos echan a los ganaderos de los pueblos. Sus efectos económicos y psicológicos son muy dañinos, en especial al norte del río Duero”, señalan desde UPA.
UPA ha remitido una carta al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, solicitándole una reunión urgente para abordar el tema. “La voz de los ganaderos debe ser escuchada y tenida en cuenta. Y desde luego el Ministerio de Agricultura no debe ser un convidado de piedra en este asunto”, han señalado desde UPA.
UPA propone “medidas, acciones y voluntad” para afrontar este problema que afecta, sobre todo, a los ganaderos en extensivo de la mitad norte de España. La fauna salvaje que se alimenta de las cabezas de ganado es un problema que se suma a la falta de precios justos o a las escasas ayudas percibidas.
La ganadería extensiva es una actividad ancestral en la Península Ibérica, con numerosos beneficios para la sociedad y el medio ambiente. No solo produce alimentos de la máxima calidad, sino que mantiene la vida en los pueblos, luchando contra el despoblamiento de la España vaciada.
Entre las acciones concretas que propone UPA, realizar un censo exhaustivo y fiable de las poblaciones de lobo, para conocer la situación concreta de la especie y controlarla allí donde sea necesario; apoyar a los ganaderos para implantar medidas preventivas de toda índole para evitar los ataques; y establecer unas indemnizaciones justas y suficientes, que contemplen no sólo el daño producido sino los efectos colaterales que los ataques de lobo provocan en el ganado.
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