Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha se denunció hace mucho tiempo la situación a la que se verían abocados los ganaderos del sector lácteo con la última reforma de la PAC y la desaparición de las cuotas lácteas.

La liberalización del sector tendría “consecuencias nefastas” especialmente para los productores españoles, como se está poniendo de manifiesto. A esto hay que sumar las estrategias comerciales de los grandes operadores, “que no tienen para nada en cuenta el trabajo y sacrificio de nuestros ganaderos”.

El último episodio vivido en Castilla-La Mancha es la negativa de Lactalis a recoger la producción de leche a una veintena de ganaderos de la provincia de Toledo, “abandonando a su suerte a los ganaderos y creando una verdadera situación de pánico en el sector”.

Así, UPA Castilla-La Mancha ha solicitado a Lactalis que reconsidere su posición y su estrategia, evitando el daño que puede ocasionar a estas explotaciones. “No podemos entender la actitud de una empresa como Lactalis, que recoge más de un millón de litros diarios de leche, y lo consideramos como una irresponsabilidad tremenda”.

“Desde UPA Castilla-La Mancha somos conscientes que estamos ante la peor crisis que sufre este sector en su historia, que amenaza con el cierre de muchas de las explotaciones y la ruina de nuestros productores”.