Etiquetas: fitosanitarios, glifosato, herbicidas, AESA, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos, ECHA
UPA - 29/11/2017
La prórroga ayer del uso del glifosato en la UE por cinco años más ha levantado una ola de críticas cuyo fundamento, en muchos casos, no se sostiene. Desde UPA, como principales interesados en el uso de productos seguros para la salud, resolvemos aquí a las principales dudas sobre esta cuestión.
La UE y los Estados Miembros sólo aprueban productos fitosanitarios sobre los que existe certeza respecto a su seguridad de uso de acuerdo a datos científicos. La seguridad del glifosato ha sido testada y posteriormente certificada por la AESA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA, pos sus siglas en inglés).
En la UE la autorización de materias activas (que son las sustancias que forman parte de los fitosanitarios) es competencia de la Comisión Europea. Hay un procedimiento perfectamente reglado hasta que una materia activa se aprueba. Para que la CE autorice una materia activa, siempre es necesario el informe favorable de la AESA, también llamada EFSA por sus siglas en inglés (European Food Safety Authority).
La AESA es una agencia establecida jurídicamente en 2002 e independiente de las instituciones comunitarias y de los Estados Miembros. Sus dictámenes deben ser tenidos en cuenta a la hora de legislar en materia de seguridad alimentaria, nutrición, bienestar y sanidad animal y protección de plantas y sanidad vegetal. Los análisis de cada materia activa se realizan bajo un protocolo muy estricto y perfectamente tasado. Esta agencia es el equivalente a los productos fitosanitarios de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) para las medicinas. En ambos casos, para que un principio activo esté autorizado en la UE es preceptivo su informe favorable.
En el caso de la renovación del glifosato, además ha contado con el informe positivo de Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (o European Chemicals Agency, ECHA).
Es la materia activa de múltiples herbicidas que se utilizan para eliminar las malas hierbas antes de sembrar. Nunca se utiliza como finalizador de cosecha. En cultivos leñosos se utiliza para eliminar las malas hierbas entre las calles de los cultivos, nunca afecta a los árboles ni por supuesto a sus frutos.
Porque en agosto de 2016 se terminó la autorización de esta materia activa en la UE y tocaba su revisión para decidir sobre la renovación de la autorización.
Paralelamente surgió un informe de la IARC (International Agency for Research on Cancer), una de las agencias ligadas a la Organización Mundial de la Salud, en el que se cambiaba la clasificación del glifosato a (2A) por su “potencial” carcinógeno. Esto ha abierto un debate muy intenso sobre los riesgos de esta sustancia. En este debate no debe perderse de vista que:
Porque fue esta empresa la que descubrió y patentó esta materia activa. Sin embargo, desde el año 2000 la patente es libre, lo que ha permitido que haya 55 titulares de registro. Monsanto, hoy por hoy es solo una más de las empresas que producen esta materia activa.
Otra cuestión es que dentro del argumentario de aquellos colectivos que quieren que se prohíba esta materia se incluye la relación del glifosato con Monsanto y con los transgénicos. En este sentido es importante dejar claro que en Europa no está autorizado ningún cultivo transgénico que sea tolerante al glifosato. Por tanto este argumento tampoco se sostiene.
Porque no podemos cuestionar el modelo de autorización de materias activas a nivel europeo. Porque, para nosotros, la seguridad alimentaria es prioritaria y por tanto, no podemos dejar de atender los informes y dictámenes científicos de la AESA (EFSA, por sus siglas en inglés, European Food Safety Authority) y la ECHA (European Chemicals Agency).
Porque hoy por hoy no hay alternativa. En 43 años de historia (comenzó a usarse en 1974) no se ha encontrado. En UPA pedimos que la ciencia hable y, por tanto, también que se apueste por la ciencia. Hay que recordar que, si se consigue una substancia alternativa, su registro en la UE requeriría una media de 10 años.
Por supuesto, UPA defiende y trabaja por ambos modelos productivos. A partir del uso sostenible de los productos fitosanitarios no hay porqué pensar que la agricultura ecológica se pueda ver contaminada por el uso de agroquímicos en general y en particular de glifosato. Ambos modelos son posible y, en nuestra opinión, igual de necesarios.