Etiquetas: La Tierra, ganadería, leche, sector lácteo, ecológicos, producción ecológica
UPA - 29/01/2019
“Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”, aquella famosa cita de la novela italiana El Gatopardo cobra todo su sentido en la explotación de vacuno de leche que Luis tiene en su Silleda natal. Y es que su explotación ya pertenecía a sus padres, pero ha sido él el encargado de darle un giro para mejorar su rentabilidad. ¿La fórmula? Pasarse a la producción ecológica.
Pasé a la producción ecológica hace un par de años. La verdad es que fue fácil tomar la decisión porque no tenía que cambiar prácticamente nada, yo ya hacía pastoreo todo el año. Mis padres, que tienen la experiencia de una vida en este sector, siempre me apoyaron cuando decidí pasarme porque básicamente hago lo mismo que ellos hace veinte años. Lo único que ha cambiado sustancialmente son los trámites burocráticos: hay que hacer mucho más papeleo. La burocracia se ha convertido en la mayor complicación en mi trabajo.
En el precio que recibo por cada litro. Ahora la explotación es más rentable porque obtenemos mayores ingresos.
Yo les explicaría la verdad: que son modas. Es cuestión de marketing de empresas que les interesa vender un cierto producto y, para aumentar su consumo, echan para abajo el consumo de otro. Creo que el consumo de leche no perjudica la salud, ni en la infancia ni en la etapa adulta. Como he dicho, son modas.
No, yo creo en la convivencia de diferentes tipos de explotación y no creo que una opción sea mejor que otra. Cada explotación es diferente, unas van mejor en intensivo y otras en ecológico. Silleda es una buena muestra de esta convivencia. De momento aquí somos pocos productores en ecológico, pero poco a poco se están pasando bastantes ganaderías y normalmente es porque sus condiciones se lo permiten: todos los productores en ecológico tenemos nuestras parcelas muy cerca de la explotación.
Sí, la leche ecológica tiene unos valores nutricionales diferentes a la convencional porque los animales tienen menos estrés. Es una leche con más grasa (ojo, de la saludable) y más proteínas. También cambia el sabor, que es mucho más intenso.
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