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CampoSeguro

Tremenda preocupación por la sequía

Ramón Sáez, secretario general de UPA Albacete - 17/07/2019

Hablar de sequía en España es como hablar de calor en verano y relacionarlo con el buen tiempo: algo que parece lógico pero que, a la larga, no lo es tanto.

Los agricultores y ganaderos dependemos de la tierra, del clima, de los recursos naturales, de ahí que para nosotros sea fundamental defender nuestro medioambiente y todo lo que lo rodea. Por eso es tan importante la PAC del siglo XXI, por la legitimación social que supone, para que agricultores y ganaderos puedan luchar contra el cambio climático de manera directa, haciendo algo tan sencillo y obvio como es la producción de alimentos para el resto de la población. Por eso cuando miramos al cielo o miramos las previsiones meteorológicas y comprobamos que sigue sin caer ni una gota, nos preocupamos y mucho.

Ya lo hemos dicho en varias ocasiones, pero es cierto, nos encontramos en el tercer año más seco en lo que llevamos de siglo ha situado a España en situación de sequía meteorológica. Dicho así parecen solo palabras, pero palabras que traducidas significan que desde inicio de 2019  ha llovido un 25% menos que la media. Eso por no hablar den lo que se refiere a las temperaturas, todos nos damos cuenta de que cada año hace menos frío; y el frío también es necesario en los cultivos. En primavera, por ejemplo, las temperaturas estuvieron medio grado por encima de lo habitual.

Y las previsiones no son halagüeñas, según AEMET la temperatura media del verano se situará al menos casi 0,5 ºC por encima de lo normal. Pero lo que nos preocupa de verdad es la carencia de lluvias, no llueve, falta agua. ¡Nos hace falta la lluvia!

Castilla-La Mancha vive una situación de emergencia y los agricultores y ganaderos lo sabemos bien. La sequía nos afecta de manera directa, condiciona que haya pastos para nuestra ganadería o provoca que nuestras explotaciones no tengan la fuerza que deberían tener. Si a ello le unimos que las temperaturas actuales pueden provocar situaciones dañinas como el pedrisco, golpes de calor que provocan un adelanto de las cosechas y una disminución importante de la producción, que hacen que nos encontremos con que un mal año se transforma en un año desastroso.

El hecho de que lo hayamos denunciado en más de una ocasión no nos alivia, en absoluto. El sector económico más importante de Castilla-La Mancha necesita soluciones, medidas que palíen esta tremenda situación que viven muchos cultivos. Cereales y leguminosas lo han sufrido, pero también empiezan a estar dañados el olivar y el viñedo. Eso sin contar con los frutales de la zona del Sureste de Albacete. Y si hablamos de ganadería extensiva es el colmo, con ganaderos que no disponen de una manera normalizada de acceso a comida y agua, acumulando gastos.

El cambio climático es una realidad, los agricultores y ganaderos lo sabemos, lo sufrimos en nuestras carnes a diario; pero lo que parece claro es que la situación actual los cultivos con regadío están sobrellevando mucho mejor este cambio (la sequía, las altas temperaturas, entre otros efectos); por eso gestionar correctamente los recursos hídricos es una obligación importante pero todavía más la distribución correcta entre los territorios. El regadío no puede convertirse en el impulso para unas zonas mientras que para otras podría suponer la ruina.

En todos estos casos hemos pedido planes de ayudas para sobrellevar el incremento de costes pero también la revisión del índice de módulos del IRPF para que haya una rebaja fiscal, y la condonación de las cuotas de la Seguridad Social; es decir, propuestas para el futuro de nuestros agricultores y ganaderos.

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