ver menu

Política Agraria Común

Prohibir los fitosanitarios en zonas de interés ecológico podría ser contraproducente

UPA - 27/10/2016

La organización agraria UPA ha advertido de que la pretensión de la Comisión Europea de prohibir el uso de fitosanitarios en zonas de interés ecológico podría traer más emisiones de carbono, más erosión de los suelos y un daño económico para los agricultores. Para simplificar el llamado pago verde o greening de la PAC, Bruselas está estudiando prohibir el uso de estos productos. Una propuesta que los agricultores califican de “aberrante” porque perjudicaría al medio ambiente y a la economía del sector primario.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha pedido formalmente a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que se oponga a las intenciones de Europa de prohibir los fitosanitarios como condición para acceder al pago verde de la PAC, más conocido como greening.

UPA cree que esta decisión traería más emisiones de carbono, más erosión de los suelos y una menor capacidad de retención de carbono por el terreno. Estos efectos se unirían a una pérdida de productividad de la tierra que amenazaría la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria europeas en lo que a producciones de cultivos proteicos se refiere.

“Si se prohíben los herbicidas sobre las tierras en barbecho y se aumenta el número de meses en los que el suelo tiene que estar desnudo, se incrementará la erosión del suelo”, asegura UPA. Erosión que, en los últimos años, y según datos oficiales del Ministerio de Agricultura, ha provocado una pérdida media de productividad en los cultivos herbáceos españoles de unas 30 toneladas por hectárea y año.

Para suplir la prohibición de estos productos, habría que incrementar las labores sobre la tierra, para voltearla y eliminar las malas hierbas, lo que reduciría el contenido de materia orgánica del suelo, limitando su capacidad de captura de carbono, aseguran los expertos de UPA. También obligaría a que al menos un 5% de la superficie en la que se practica la siembra directa “tendría que dejar de hacerlo”.

De cara a mejorar la biodiversidad, desde UPA apuestan por contemplar una alternativa no excluyente a los barbechos, como es la siembra de especies silvestres en determinadas zonas.

Explicación de la propuesta de UPA de no prohibir los fitosanitarios en las áreas de interés ecológico

Una de las propuestas que se están estudiando dentro del paquete de simplificación del verdeo es la prohibición de utilizar productos fitosanitarios en las zonas de interés ecológico.

Si la razón para plantear la prohibición del uso de fitosanitarios en las áreas de interés ecológico es aumentar la biodiversidad. Es importante que la Comisión Europea conozca otros efectos ambientales que se darán si la prohibición va para adelante. Estos efectos se unirán a la pérdida de potenciales productivos, la amenaza a la seguridad alimentaria europea y el mazazo a la política proteica europea.

Debe saber que el primer problema ambiental en España no es la reducción de la biodiversidad sino el incremento de la erosión. Incremento que se ve acentuado con el cambio climático y su afección al régimen de precipitaciones.

De manera general en España las precipitaciones son escasas y se reparten irregularmente a los largo del año. Se puede decir que España está caracterizada por una gran variabilidad del régimen de precipitaciones, tanto en la cuantía total como en el reparto por estaciones, con amplias sequías principalmente al final de la primavera y en los meses de verano, y episodios frecuentes de lluvias torrenciales, que pueden ser en verano o en los meses de invierno.

Si bien es cierto, que la media anual se sitúa sobre los 650 mm anuales, alrededor del 32% del territorio solo recibe una precipitación anual situada entre 300 y 500 mm, mientras que en la zona del sureste español la cifra se sitúa por debajo de los 300 mm.

Según la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación, las zonas susceptibles de sufrir desertificación son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, es decir, aquellas zonas en las que la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0,05 y 0,65.

Como se puede observar en el mapa de aridez de España, del Programa de acción nacional contra la desertificación una gran parte del territorio nacional se encuentra en la zona catalogada como árida o subhúmeda seca. Estas zonas coinciden de manera muy importante con la superficie de cultivos herbáceos extensivos.

Las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas se caracterizan por precipitaciones escasas en años normales, desigualmente repartidas a lo largo del año, lo que produce en el suelo un déficit hídrico de varios meses de duración. Además, se hacen notar con frecuencia periodos de una mayor escasez de lluvias, que incrementan todavía más el déficit de agua en el suelo.

 image002

El proceso de erosión de nuestros suelos, ha seguido un camino imparable, aunque afecta de manera muy diferente a cada uno de los grandes sectores productivos.

En la siguiente tabla se ofrecen las pérdidas anuales por erosión, según el citado Programa de acción nacional contra la desertificación del MAGRAMA.

La pérdida media en cultivos herbáceos en España se sitúa por encima de las 30 t/ha y año. Un auténtico disparate.

De una manera gráfica el mapa de erosión en las diferentes Comunidades Autónomas es el siguiente:

image004

En muchos casos los efectos de la erosión se observan a largo plazo, como consecuencia de la acción que lleva a cabo tanto el agua de la lluvia como el viento. El tipo de suelo, y la presencia o no de cubierta vegetal, son los elementos más destacados para definir el nivel de riesgo de erosión.

En las últimas décadas se están produciendo ciclos más continuos de condiciones climatológicas más favorables para la aparición de episodios fuertes de erosión. 

Los efectos del cambio climático, nos llevan a enfrentarnos a períodos de precipitaciones menores en general, y más concentradas en determinados momentos.

Ambos aspectos, sin duda, reforzaran los problemas derivados de la erosión en la mayor parte de nuestro país.

Pues bien, podemos afirmar que la prohibición del uso de fitosanitarios en España sobre las AIE va a tener consecuencias ambientales muy graves:

  1. La prohibición del uso de herbicidas sobre barbechos y el aumento del nº de meses en los que el suelo tiene que estar desnudo supone un incremento muy grave de la erosión
  2. Para mantener el barbecho en buenas condiciones agronómicas, que no lo aproveche el ganado, que no semille,..es preciso incrementar el nº de pases de aperos que o bien voltean la tierra o la remueven para eliminar malas hierbas. Pues bien esto afecta directamente al contenido de materia orgánica del suelo, lo reduce al favorecer su oxidación. Por tanto esta medida va radicalmente en contra de la iniciativa de incrementar la capacidad de captura de carbono por parte del suelo.
  3. En España existe un nº importante de explotaciones que realizan siembra directa. Pues bien, esta medida de aplicarse supondría que en al menos el 5% de su superficie tendrían que dejar de hacer siembra directa para labrar el terreno.

Por todo lo anterior se solicita que se revise la propuesta de la Comisión en el marco de la simplificación del greenig y se siga permitiendo el uso de productos fitosanitarios.

Si realmente se quiere mejorar la biodiversidad se debería contemplar una nueva alternativa, por supuesto no excluyente y siempre voluntaria a los barbechos, cultivos nitrificantes y zonas de interés paisajístico y es la siembra de especies silvestres en determinadas zonas o islas. Esta práctica debería tener un reconocimiento superior a la del barbecho y ponderar muy por encima.

Descargar nota de prensa

Buscar noticias

buscar
mostrar todas